Aún su recuerdo me perturba y me inmuta a mantenerme en la misma posición en la que hoy me encuentro. No hallo razón suficiente por lo cual aun permanesco aqui, asi, en el mismo lugar, con esos fantasmas que se inmiscuyen en el presente y retuercen sensaciones de las que aún no puedo huir.
Soy presa de mi propio yo. Reclusa de esta prisión, de este estado protervo que me reprime, me condena, me manipula; que mantiene errante las cavilaciones gráciles, ilusas; ciñendolas en ese frio e inconcluso manto del quizás, de la sin respuesta, de la duda acometida e intolerante.
¿Pero, para que buscar esa contradiccón? ¿Para que esas dudas acometidas se desvanescan? Si tan solo supiera que con eso me mantendre lejana, y estaré lista para huir de lo que hoy aún me mantiene en este estado ficticio.
No sé cuando acabara.
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